3 d’abril del 2020

Zombis

Los zombis nos persiguen porque quieren comernos la vida que les falta.

Los zombis son las almas de un tiempo que ya no cree en Dios, condenadas a vagar eternamente entre los despojos de la vida.

Los zombis son el espejo del hombre contemporáneo que ya no confía en otra cosa que no sea comer, devorar, saciarse sin límite ni fin.

Los zombis con sus bocas siempre delante, en la avanzadilla más extrema de la punta del disparo.

Los zombis, esos seres inocentes, consumidores de supermercados apurando siempre, continuamente, las ultimísimas existencias.

Los zombis viven, también, son la vida misma, insaciable en su perpetua y perfecta devastación.

La vida, en fin, ese bicho que prospera y se arrastra, que nos posee más allá de nuestra muerte, aún. Títeres de ella, sus comensales somos y su tentempié.

RV

2 d’abril del 2020

El pecado de Dios

En el primer círculo del infierno Dante sitúa el Limbo. En él moran todas las almas de los seres nacidos y muertos sin bautismo, y también la de los grandes hombres de la antigüedad anteriores al advenimiento de Cristo. Todas ellas condenadas a no gozar de Dios, eternamente. 
Seres inocentes, sin mácula ni esperanza, que encarnan la mayor injusticia. ¿Y no sería esta injusticia el pecado de Dios?, pues él podría haberla evitado.
Y ¿no somos todos nosotros, en tanto especie, igual a estos seres, herederos de una culpa, de un pecado que Dios diseña y nos hace purgar? Seres dichos por Dios, dichosos, esto es, los que son dichos, solamente. Con esto la humanidad, representada por ellos, es lanzada al mundo. 

Ricard Vancells

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