A propósito del artículo La gestión de uno mismo en La Vanguardia.
La gestión de uno mismo. Verse a uno mismo como un producto, una marca a la que promocionar, vender, posicionar; esto es, sobresalir sobre las otras marcas-individuos, con la promesa de un futuro esperanzador, triunfante.
El hombre capitalista ya ha vendido todo, también el futuro: la tierra que será devastada por el cambio climático es hoy una fuente prometedora de oportunidades negocio.
Al hombre capitalista sólo le queda venderse a sí mismo. Pero para ello hace falta reiniciarse, reconfigurarse, transmutarse. Y con alegría, sobre todo, a la búsqueda de esas mañanas blancas.
El Marqués de Sade presenció desde su encierro en La Bastilla la decapitación de miles de personas, en aras de la pureza de la revolución. En su Filosofía en el tocador (1795) se lee la proclama: “franceses, un esfuerzo más por ser republicanos”.
Ricard Vancells
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